SANTIAGO DEL ESTERO.- El vicepresidente, Amado Boudou reiteró ayer su inocencia en la ‘causa Ciccone’ y aseguró que las acusaciones en su contra se deben a que se la tienen “jurada desde algunos sectores” porque, dijo, pertenece a un espacio político que “se ha enfrentado a grupos poderosos”.
En diálogo con “Télam”, durante el “Encuentro de legisladores del NOA por el proyecto nacional”, el titular del Senado aseguró que no necesita que “nadie lo defienda” porque él se “defiende solo”.
Sobre el ex funcionario del Ministerio de Economía, José Capdevila, testigo de la causa que denunció amenazas y se autoexilió, Boudou afirmó que lo que ha dicho “es un delirio”, pero consideró que “si hubo amenazas es grave”. “Estoy convencido de lo que hice y lo que he hecho dentro de este espacio político”, añadió el vicepresidente, y atribuyó las denuncias en su contra a las “cosas buenas que uno ha hecho y por haberse enfrentado a los poderes concentrados”. También responsabilizó a los medios masivos de comunicación como “Clarín” y “La Nación” por “hacerse eco” de imputaciones “sin fundamento y sin rigor periodístico”.
Sin teleconferencia
La declaración que debía prestar ayer Fabián Carozzo Donatiello, que alquiló un departamento de Boudou en Puerto Madero, se suspendió a raíz de un planteo del testigo en la causa por la quiebra de Ciccone. El abogado Carozzo Donatiello presentó un escrito ante los tribunales españoles -ya que reside en ese país- y consiguió que la declaración que el juez federal Ariel Lijo le iba a tomar vía teleconferencia, quedara sin efecto y sin nueva fecha. Carozzo Donatiello es el inquilino del departamento donde aparecieron facturas por expensas y TV por cable a nombre se Alejandro Vandenbroele, dueño de The Old Fund, la empresa que accedió al rescate de la ex Ciccone.
Boudou asegura que no conoce a Vandenbroele, y tampoco a Carozzo Donatiello, ya que sólo firmó el contrato de alquiler “en ausencia”, por gestión de su amigo José María Nuñez Carmona. (Télam-DyN)